Los naranjas ganan (7-2) en un partido intenso y vibrante ante Andorra

Empezó bien el Burela FS con gol de Minu, en el minuto 5, y poco cabía presagiar la pelea que se desató hacia el final del primer tiempo después del segundo del andaluz (2-0. Minuto 10). Pero los partidos de fútbol sala (y más cuando se juegan en Vista Alegre) tienen eso, que cuando menos lo esperas se vuelven emocionantes y saltan chispas en la pista, y fuera de ella.

Iba el partido por senderos apacibles cuando el equipo rival recordó que sin intensidad no iba a sacar un puntito triste del feudo burelés y empezó a repartir, con la intervención caótica de los árbitros y el consiguiente enfado de Suso Rey, que casi se come a uno de ellos cuando encaraban ya el vestuario. El gol de Aramburu (2-1. Minuto 17) había intranquilizado a los locales y de paso les daba alas a los de Andorra.

Con la segunda parte, siguió la intensidad visitante, que tuvo respuesta inmediata gracias en parte al esperanzador debut de las nuevas incorporaciones: Clebinho e Ique. Los brasileños dejaron evidencias de que les falta tiempo para integrarse plenamente en el conjunto, pero hicieron un gran encuentro. El cierre marcó un gol brillante en el minuto 23 e Ique luchó con insistencia con la defensa rival y realizó un buen balance defensivo.

Pero si un jugador estuvo estratosférico durante el partido, ese fue Christian. Anotó un tanto importantísimo de falta directa, cuando el choque transitaba por la cuerda floja y había cierta incertidumbre en la grada (4-2. Minuto 28), y volvió a marcar los tantos decisivos en los minutos finales (6-2 y 7-2, en el minuto 34), con el Andorra asediando la meta naranja con portero-jugador. Antes, hizo Esteller la cabalgada del siglo por la banda y empalmó un remate espectacular que aun busca el meta visitante.

Gran triunfo del CD Burela FS ante un rival directo, que podía complicarle la vida de manera preocupante y sin embargo salió de Vista Alegre goleado. Así es el fútbol sala y más cuando se juega en la bombonera.