¿Cuáles son las consecuencias más comunes para tu salud si tu pisada es mala?
Nuestro cuerpo necesita movimiento y, en muchos de los casos, optamos por realizar ejercicios que nos mantienen activos, entre ellos, el fútbol sala. Sin embargo, por muy buenos que estos deportes puedan ser para nuestra salud, la realidad es que si no los realizamos correctamente, pueden traer más problemas que soluciones. Un ejemplo de esto se encuentra con una mala pisada.
No somos conscientes de hasta qué punto pisar mal puede traer consecuencias a nuestra postura. Las afecciones en los pies pueden traer problemas que guardan relación con las rodillas, con las caderas, lumbares y, por mucho que te pueda sorprender, incluso puede afectar a tu columna y mandíbula. Por ello, con intención de ayudarte a corregir esta mala costumbre, no solo vamos a hablarte de las consecuencias más comunes de una mala pisada, sino incluso ayudarte a corregir esta.
Principales consecuencias de una mala pisada en la salud
Una mala pisada puede afectar de muchas formas. Lo más lógico es pensar que traerá dolor de pie y tobillo, un gran problema y consecuencia de la mala pisada en el deporte. Sin embargo, debes saber que hay otros muchos dolores que puedes padecer y que vienen con una relación directa con este problema. A continuación, vamos a describirte algunas de esas consecuencias y dolores que puedes no tener en cuenta.
Sensación de presión en grupos musculares
En muchas ocasiones sentimos una gran saturación en nuestro cuerpo. En ocasiones estos dolores se ubican en zonas como los gemelos, pero también puede subir hacia los muslos, lumbares e incluso provocar carga sobre los hombros. Esto se debe a que, ante el esfuerzo, nuestro cuerpo trata de corregir la postura, provocando que se saturen otras zonas.
Sesamoiditis
Se trata de un problema relacionado con los huesos sesamoideos. Son pequeños huesos situados en la zona de la planta del pie, justo en la zona del pulgar y cuya función reside en soportar la mayor carga que absorbe el antepié. Si bien este tiene gran relación con los jugadores debido a la presión que deben realizar en los saltos o incluso en los cambios de sentido, puede ser una relación que sufra cualquier persona con una mala pisada. ¿Cómo se puede producir? A base de traumatismos continuos justo en esa zona.
Metatarsalgia
Se trata de otra afección que afecta justo en la planta del pie, cerca de la zona en la que se encuentran los dedos del pie, llamada metatarso. Se trata de uno de los puntos del pie sobre el que apoyamos el peso corporal, coincidiendo con la flexión o movimiento. Por ello, como puedes suponer, una mala pisada que provoque una sobrecarga en la zona acabará provocando dolor intenso así como otras afecciones con durezas o incluso inflamación de la zona.
Sobrecarga en la zona de los tobillos
Por supuesto, entre los problemas más comunes se encuentra el dolor de tobillos con sobrecarga en la zona. Al pisar mal, el tobillo no realiza el movimiento correcto, sino que se adapta a la mala postura y, por consiguiente, tiene que realizar un mayor esfuerzo para poder mantener el cuerpo recto. Con esto se provoca que el dolor en los tobillos pueda ser intenso, hasta el punto de que pueda resultar imposible mover correctamente el pie.
Cómo corregir una mala pisada
Si notas que al pisar te duele o incluso sientes que tu calzado se gasta más por unas zonas que por otras, es importante buscar las formas para corregir estos problemas. Es por ello que, antes de nada, te recomendamos que eches un vistazo a tu calzado. Es importante que este sea de calidad y que te aporte buen agarre en la zona del tobillo así como talón.
En caso de que incluso con este tipo de calzado sientas que sigues pisando incorrectamente, se recomienda ir a un especialista que te ayude a buscar la raíz del problema. Es posible que se requiera de una plantilla que ayude a corregir la postura, pudiendo de este modo ir corrigiendo con lo necesario la postura del pie así como adaptándose a su forma para, de este modo, garantizar una pisada mejor y una disminución en el dolor.
Por supuesto, también se recomienda mantener la actividad. Caminar o realizar una práctica deportiva aportará fuerza a los músculos, lo que garantizará que se puedan integrar unas pautas en la forma de pisar. Una garantía de que, con el tiempo, tu postura mejore y, sobre todo, se corrijan problemas como la postura o el dolor de espalda.
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