Pioneras Lilí Álvarez: La primera mujer española que participó en unas Olimpiadas
La historia está cargada de grandes mujeres, luchadoras natas que buscaron abrirse hueco tanto para cumplir sus sueños como para permitir que todas las mujeres que llegasen con el paso de los años tuviesen la oportunidad. No hace falta irse muy lejos para conocer la historia de grandes deportistas que lucharon con esfuerzo y decisión, siendo una de ellas Lilí Álvarez. Si bien su nombre puede resultarte desconocido, Elia María González-Álvarez y López-Chicheri (Roma, 9 de mayo de 1905 - Madrid, 8 de julio de 1998) fue única.
Se trataba de una mujer todoterreno, una que amaba el deporte en cualquiera de sus vertientes. Tanto lo disfrutaba, que practicó todo tipo de deportes, desde tenis, escalada, patinaje, esquí hasta automovilismo. Todo en lo que quería participar destacaba con luz propia, dejando a su paso grandes historias tanto en la literatura al trabajar como escritura como en su trabajo de periodista. Una mujer capaz de todo y que en Wimbledon era conocida como “The Señorita”.
Su historia comenzó en Roma, donde nació en el hotel Flora de Roma durante una larga estancia de sus padres. De familia pudiente, siendo su madre Virginia una mujer que pertenecía a la burguesía valenciana y quien insistía en formar a la joven Lilí en lo intelectual mientras que su padre Emilio, abogado y deportista, la ayudaba a formarse en lo físico. Por ello, nos encontramos con una mujer de gran cultura que, a su vez, desde muy pequeña conoció el amor por el deporte.
Enamorada del deporte desde niña
Su madre tenía una salud muy delicada, por lo que se crió en Suiza, lugar en el que el papel de la mujer era más avanzado en España por aquel entonces, por lo que pudo comenzar a practicar deporte desde muy pequeña. Así pudo practicar billar subida a una silla cuando no era más que una niña y todavía no llegaba a la mesa.
No solo el billar ocupaba su tiempo. Con apenas cuatro años tuvo la oportunidad de aprender a patinar sobre hielo obteniendo, con apenas 12 años, el primer puesto en el campeonato de patinaje de Saint-Moritz. Un triunfo que, además, se repetiría en 1921 al obtener la Medalla de Oro internacional de patinaje. Sin embargo, junto al patinaje, no perdió la oportunidad de practicar deportes como la equitación, el esquí alpino, automovilismo y, por supuesto, el tenis.
Primera mujer en participar en las Olimpiadas
Si bien es reconocida por su paso en el patinaje y una amplia variedad de deportes, en el que más se reconoce el nombre de Lilí es en el tenis. Después de todo, fue la jugadora más dominante en 1920. Entre 1926 y 1928 logró hacerse con tres finales consecutivas en Wimbledon y, un año más tarde, formó equipo con la jugadora neerlandesa Kornelia Bouman, junto a la cual gana el título en dobles femeninos en Roland Garros. Algo muy importante para ella puesto que, dos años antes, había perdido el título de dobles mixto al jugar con Bill Tilden.
Eso sí, su primer torneo lo disputó en Ginebra con apenas 14 años, llevándose una merecida victoria. Además de esto, tuvo la oportunidad de participar en los Juegos Olímpicos de París de 1924, donde participó en dobles femeninos junto a Rosa Torres tras perderse la invitación para los Juegos Olímpicos de Invierno de Chamonix de 1924 debido a una fuerte lesión. Eso sí, ambas lograron convertirse en las dos primeras mujeres deportistas en unos Juegos Olímpicos de verano, marcando así un importante punto en la historia de la mujer en el deporte.
A lo largo de los años, Lilí logró hacerse con 40 torneos individuales, 19 en dobles y 21 en mixtos, venciendo en su camino a las mejores jugadores de su época como Suzanne Lenglen, Molla Mallory e incluso Cilly Aussem. Pero esta mujer, quien llegó a ser considerada una de las diez mejores jugadoras de tenis desde 1926 hasta 1931, y durante el binomio 1927-1928 considerada la segunda mejor jugadora después de Helen Willis, tenía un juego inusualmente atrevido. Sin embargo, en España no obtuvo el reconocimiento merecido hasta 1998, momento en el que se le concedió la Medalla de Oro al Mérito Deportivo tras fallecer, por lo que este premio fue recogido por su familia a título póstumo.
Una de las primeras mujeres en cubrir noticias deportivas
Además de ser toda una referencia en el deporte, Lilí fue un icono como escritora y periodista. Fue una de las primeras mujeres en poder cubrir las noticias deportivas, publicando sus primeras crónicas entre 1926 y 1937 en revistas europeas. Un acto que pudo repetir entre 1964 y 1968 al publicar en las revistas Blanco y Negro y el diario ABC.
Además de periodismo, también fundó en 1960 junto a otras mujeres el Seminario de Estudios Sociológicos de la Mujer con el firme objetivo de ser un espacio de reflexión, diálogo e investigación sobre las mujeres de España. Y su lucha fue un paso más allá cuando en 1968 fue invitada por el Ministerio de Asuntos Exteriores a Teherán donde pudo hablar sobre la eliminación de la discriminación de la mujer.
Tenista, patinadora, e incluso ganadora del Campeonato de Cataluña de Automovilismo con apenas 19 años dentro de la categoría masculina, fue una de las mujeres que abrió puertas para muchas de las deportistas de la actualidad. Tal fue su lucha constante, que desde 2017 el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades de España en colaboración con el Consejo Superior de Deportes convoca el Premio Lilí Álvarez de periodismo deportivo. Un importante paso que nos ayuda a recordar a una de las grandes pioneras del deporte español.
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