A Mariña lucense: Lo que no te puedes perder si todavía no lo conoces
Emprender un viaje a Galicia es descubrir la historia, la magia y algunos de los lugares naturales más bellos de toda la península. Se trata de una tierra cargada de lugares inexplorados y sorprendentes, como sucede con A Mariña Lucense. Se trata de uno de esos destinos que nos anima a redescubrir el norte y en el que se encuentra nuestra querida Burela.
A Mariña de Lugo es un destino al que viajar con calma y descubrir sorprendentes paisajes, playas paradisíacas y disfrutar de su tranquilidad. Su patrimonio cultural y natural juegan un importante papel y, por ello, vamos a ayudarte con algunas ideas con las que empezar a descubrir esta zona (aunque hay muchas, muchas más).
Playa de las Catedrales
Disfrutar de una tarde en la playa no se limita únicamente a poder tumbarse al sol y darse un baño en sus aguas, también es importante tener una espectacular vista que nos maraville. La playa de As Catedrais tiene esa increíble capacidad de asombrarnos, presentándonos una obra de arte que nace de la magnífica unión de la potencia del mar y la paciencia de la naturaleza.
Con intención de evitar su extinción, sus visitas deben ser reservadas con antelación, aunque garantizamos que la espera merece la pena. Después de todo, en su interior se pueden descubrir insólitas perspectivas formadas por sus arcos o pasillos de arena entre muros de pizarra. Eso sí, la cabeza bien alta puesto que nos encontramos en la catedral del mar.
Souto da Retorta
La llegada del eucalipto a Europa vino de la mano de un religioso gallego que trajo las semillas desde las tierras australianas que había visitado como misionero. Esta sorprendente especie se adaptó con sencillez a su clima, dando así lugar a que se extendiese masivamente por nuestra geografía y, gracias a ello, naciese el souto da Retorta.
Se trata de un eucaliptal cerca de la villa de Viveiro y donde podemos encontrarnos con algunos de los ejemplares de mayor altura y envergadura. De hecho, en este mismo lugar se encuentra el famoso "Avó", plantado hacia 1880 y que forma parte de un imponente bosque de gigantes en el que poder admirar las imponentes dimensiones de estos espectaculares eucaliptos.
Torre del Castillo Pardo de Cela en Alfoz
Las construcciones del pasado guardan increíbles secretos en cada piedra y detalle que las componen, incluyendo algunas de las escenas más trágicas. En el caso de la Torre del Castillo Pardo de Cela, su historia se remonta al siglo XV, cuando pertenecía al Mariscal Pardo de Cela, quien fue decapitado por oposición a las tropas de la reina Isabel la Católica. A pesar de que su dueño no tardó en ser sustituido, nada ha impedido que el estado de su conservación sea hermoso, convirtiéndolo en un punto destacado.
Torre de Os Moreno en Ribadeo
Esta construcción, levantada en pleno siglo XX, cuenta con algunas peculiaridades que lo hacen destacar dentro de la Ruta de los Indianos de Ribadeo. Además, las peculiaridades de su construcción y su torre lo convierten en todo un referente dentro del casco histórico de la localidad, aunque lo que más destaca para los fans de la arquitectura son precisamente los materiales con los que se ha llevado a cabo su construcción. Entre ellos encontramos hormigón, hierro forjado, tejas de porcelana e incluso vidrieras de colores.
Esta imponente construcción ha sido catalogada como Bien de Interés Cultural y, aunque actualmente pertenece a una empresa privada que procederá a su restauración, en un futuro contará con una parte visitable para todo el público.
Catedral de Mondoñedo
Las distintas remodelaciones a lo largo del tiempo han convertido a este fantástico templo en un ejemplo de una armoniosa fusión de estilos. Aquellos que se acerquen a visitar la Catedral de Mondoñedo podrán disfrutar de la fusión de estilos románico, gótico y barroco, que han intensificado los puntos más bellos de esta construcción y su decoración.
Su construcción comenzó en 1219, aunque no finalizó hasta el siglo XIV, momento en el que el obispo Don Martín consagró la obra. Su planta en cruz latina fue levantada sobre la antigua iglesia y monasterio de Santa María, preexistentes en el lugar.
Castro de Fazouro
Para satisfacer tus ansias de conocer secretos del pasado se presenta el Castro de Fazouro. Se trata de un antiguo poblado construido entre los siglos I y III d.C. Su situación es sublime puesto que se encuentra sobre un terreno de suave relieve junto al mar Cantábrico y junto a la playa de Arealonga.
Su buena conservación ha llevado a que se convierta en un museo, siendo el único castro visitable situado en la costa cantábrica gallega. Eso sí, este magnífico lugar presenta edificaciones cuadrangulares y una circular, guardando en el interior de las viviendas restos de hogares para hacer fuego e incluso bancos de piedra donde antiguamante se podían realizar trabajos o que incluso servían de repisa.
Miradoiro de San Roque
Este mirador se trata de uno de los mayores orgullos de los viveirenses. Situado a 353 metros de altitud, permite observar las espectaculares vistas de la ría de Viveiro, incluyendo la localidad, los puertos e incluso la playa de Covas. Todo un conjunto que nos deja con una vista panorámica de los puntos más importantes del norte de Galicia, incluyendo la isla Coelleira.
Además, dentro de este increíble espacio se ubica la Capilla, fundada en el siglo XVI y restaurada en 1963. Esta construcción se dedica al copatrono de Viveiro, San Roque, por librarlo de la peste y los males durante la Baja Edad Media.
Mirador Monte Castelo
Con intención de hacer un descanso en nuestro camino, el Mirador de Monte Castelo se presenta como una preciosa área recreativa de Burela. Con hermosas vistas panorámicas del pueblo, un hórreo y un cruceiro, está equipado con mesas y bancos de piedra, fogones e incluso zonas de juegos infantiles. Para muchos, es un lugar ideal para sus entrenamientos puesto que cuenta con una amplia zona de arboleda autóctona adecuada para el deporte físico.
Junto con todos los elementos que lo componen para presentar un magnífico lugar de recreo, este mirador cuenta con una increíble peculiaridad. Este mirador sirve para distinguir bien la forma de la Rasa Cantábrica, un fenómeno geográfico que tiene su inicio en Francuia y termina en Burela.
Finca Galea
A pesar de encontrarse en la última posición, en absoluto debe ser pasada por alto. La Finca Galea se trata de una finca formada por varias construcciones tradicionales tipo pazo y un gran espacio que en otro tiempo se centraba en el trabajo agrícola y que actualmente sus dependencias son exclusivas para alojamientos así como salones de comedor.
Su reconocimiento llegó a finales del siglo XX con un Premio Medioambiental Europeo y es que no solo presenta unas imponentes habitaciones para el descanso del cuerpo y el alma, sino que su extensa superficie guarda un espacio para el Museo Etnográfico del Agua.
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