#Pioneras: Alfonsina Strada, rompiendo las barreras en el ciclismo

En la actualidad, las deportistas siguen luchando por tener sus derechos, por poder disfrutar de la igualdad. Sin embargo, el deporte femenino existe gracias a la lucha de las pioneras, de esas mujeres que se saltaron todas las barreras impuestas para disfrutar del deporte, de demostrar que podían llegar a competir y sorprender con su habilidad. Una de esas mujeres que lucharon por los derechos de las mujeres en el ciclismo fue Alfonsa Morini.

Alfonsa Morini, mejor conocida como Alfonsina Strada (Castelfranco Emilia, 16 de marzo de 1891 - Milán, 13 de septiembre de 1959) fue una ciclista italiana que marcó la historia para siempre. Después de todo, no solo fue la primera mujer en competir en carreras profesionales masculinas, sino además es considerada una de las pioneras e impulsoras de la participación femenina en este deporte.

Alfonsina fue la segunda de diez hijos. Sus padres, Carlo Morini y Virginia Marchesini, eran una pareja de trabajadores analfabetos que trabajaban en el campo dentro de la región de La Emilia. De hecho, incluso se mencionaba que su primer hogar era muy rudimentario. Sin embargo, Alfonsina descubrió su pasión por la bicicleta utilizando la que en su día fue de su padre, un vehículo que estaba al borde del desguace pero que realizaba su función.

Usó esta bicicleta hasta los 10 años hasta que, finalmente, su padre le regaló una tras obtenerla al canjearla por gallinas. Después de todo, era consciente de que el ciclismo era para su hija una auténtica pasión. Esto era tan real que, a los 14 años, esta ya había encontrado la forma de participar en concursos a escondidas de sus padres, a quienes mintió diciendo que iba a la misa dominical.

Tomando la decisión de casarse para seguir disfrutando del ciclismo

Al descubrir la mentira de su hija, su madre optó por amenazarla y decirle que para seguir corriendo tendría que casarse e irse de la casa. Por ello, a la edad de 14 años en el año 1905, tomó la decisión de casarse con el mecánico y cincelador Luigi Strada, con quien se mudó a Milán. Este, como regalo de bodas, le consiguió una bicicleta y resultó ser su primer seguidor y gerente.

Con apenas 16 años, Alfonsina se fue a Turín, ciudad en la que el ciclismo había echado raíces y donde las mujeres compitiendo en el ciclismo no eran motivo de escándalo. Por ello, comenzó a competir, superando a la famosa Giuseppina Carignano y ganando incluso el título de mejor ciclista italiana. Fue en esta ciudad donde conoció a Carlo Messori, quien convenció a Alfonsina para ir con él al Gran Premio de San Petersburgo en el año 1909, donde recibió la medalla del zar Nicolás II y descubriendo así el amor por segunda vez ya que carlos convirtió en su segundo marido.

En el año 1911, en Moncalieri, estableció el récord mundial de la hora, superando la marca establecida ocho años antes por Louise Roger. Sin embargo, en el año 1917, Alfonsina acudió a la redacción de la Gazzetta para pedir su inscripción en el Giro de Lombardía. Sin ningún tipo de regulación que lo impidiese, participó como aficionado de segunda clase y desafiando a los atletas masculinos.

El 4 de noviembre de 1917 en Milán participó junto a otros 43 corredores. Llegó junto al último grupo, una hora más tarde que el ganador y, sin embargo, su participación fue una rareza que obtuvo muchos comentarios punzantes. A pesar de ello, la ciclista siguió compitiendo, sin importar los obstáculos que se le presentasen. De hecho, en su primera competición en Lombardía tuvo que retirarse debido a una caída. Sin embargo, la “reina del pedal” no dudó en volver a inscribirse y, aunque perdió, tenía claro que su intención era participar en el Giro d’Italia.

Tras participar en dos de las ediciones de Lombardía, Emilio Colombo permitió a Alfonsina inscribirse en el Giro de Italia. Esto fue posible debido a una serie de problemas a los que se enfrentó la organización y que abrió la inscripción a participantes individuales así como no profesionales. En el caso de Alfonsina, esta no supo que podía participar hasta tres días antes del evento.

Ciertos problemas en la novena etapa acabaron por provocar que la ciclista llegase fuera de tiempo. Si bien hubo controversia en la decisión, finalmente se optó por indicar que Alfonsina quedaría desclasificada, a pesar de que sí se le permitiría competir en el resto de etapas pues había atraído la atención de prensa y público. 

El machismo estructural que imperaba en esa época impidió que Alfonsina pudiese participar en las ediciones posteriores. Sin embargo, la reina del pedal siguió compitiendo, ganando 36 carreras contra homólogos masculinos y siendo fuente de inspiración y admiración de deportistas.

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