¿Por qué es tan importante calentar antes de realizar ejercicio físico?

Empezar una vida saludable requiere, por supuesto, de hacer ejercicio. Es el primer punto que acude a nuestra mente cuando queremos mejorar nuestra condición física así como nuestro ánimo ya que, como bien os hemos indicado, el ejercicio físico también afecta a nuestro humor. Sin embargo, podemos pensar que a la hora de hacer ejercicio, lo tenemos todo solucionado, hasta el punto de creer que podemos lanzarnos a hacer los primeros ejercicios sin realizar un calentamiento previo.

Muchas veces, ya sea por falta de tiempo o pensando que el ejercicio a realizar no va a ser tan intenso, optamos por saltarnos el paso del calentamiento. Sin embargo, este es un error que debemos evitar en la medida de lo posible, sobre todo porque tiene una serie de consecuencias que, si bien a primera vista podemos no sentir, poco a poco nuestro cuerpo se resiente. Por ello, vamos a explicar los motivos de su importancia.

¿Qué es el calentamiento?

Antes de explicarte lo que puede suceder en caso de que no calientes antes de entrenar, es explicar exactamente qué es el calentamiento. El calentamiento es una sesión que se realiza antes y después de realizar una actividad física.

Previo a un entrenamiento, el calentamiento nos ayuda a aumentar la temperatura de los músculos, a favorecer su flexibilidad así como preparar nuestro cuerpo para movimientos repetitivos. De este modo, podemos prevenir las lesiones. Realizar el calentamiento tras una sesión de entrenamiento favorecerá a relajar los músculos, a conseguir que estos vayan recuperándose poco a poco, lo que puede favorecer a evitar calambres o, incluso, contracturas.

¿Qué sucede en nuestro cuerpo cuando no calentamos antes de entrenar?

Os hemos comentado en alguna ocasión la importancia de calentar previamente a realizar un entrenamiento e incluso después de este. Sin embargo, en Pescados Rubén Burela FS queremos profundizar un poco más y, esta vez, hablar de lo que puede llegar a suceder en caso de que no calientes antes de una sesión de ejercicio. Porque, pese a que puedas pensar que un ejercicio va a ser suave, realizar hasta el ejercicio más suave sin calentar tiene consecuencias negativas en tu cuerpo.

• Calambre - Este es uno de los principales síntomas que podemos sufrir de no realizar un buen calentamiento. Se trata de una contracción muscular que provoca que el músculo se acorte de forma repentina, causando así un dolor intenso y repentino que solo desaparece tras un tiempo de reposo.
• Contractura - Se trata de un problema común, sobre todo en la espalda y hombros ante el estrés. Sin embargo, debes saber que ante la falta de calentamiento, nuestros músculos se pueden resentir contrayendo los músculos y manteniendo estos así, causando por ello dolor e incluso provocando una limitación del movimiento.
• Distensión de los músculos o hiperextensión - A la hora de hacer ejercicio, podemos llegar a superar el límite de elasticidad del músculo y sus ligamentos. Cuando tenemos los músculos en frío, estos se contraen y pierden elasticidad, lo que hace que no pueda llegar a adaptarse a un movimiento exigente con nuestro cuerpo. En caso de que esto suceda, el dolor resultará difuso y se mantendrá en el tiempo, provocando que sea importante el reposo.
• Esguince - Un mal movimiento del pie o la muñeca puede provocar una fisura de mayor o menor medida en los ligamentos cuando estos se ven forzados. El dolor ante un esguince es intenso y requiere de reposo así como inmovilización para su correcta recuperación, a pesar de que, en algunos casos, pueda llegar a ser un problema que vuelve con el tiempo.
• Rotura - La falta de calentamiento y forzar los músculos puede provocar la rotura de sus fibras musculares. Sufrir esta lesión provoca un paro instantáneo del deporte durante semanas o, en casos graves, incluso meses.

Estos no son más que algunos de los problemas que pueden surgir a la hora de no calentar o, incluso, de no hacerlo el tiempo necesario o en malas condiciones. Por ello, recordamos que es sumamente importante realizar los estiramientos, tanto antes como después de hacer ejercicio ya que, con estos, obtenemos una serie de beneficios en nuestro físico.