Torre de Pardo de Cela: Descubre el emblema de Alfoz

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En Pescados Rubén Burela FS queremos ayudaros a descubrir las maravillas que se ocultan en Galicia. No solo eso, sino que os guiamos, paso a paso, para descubrir lugares mágicos repartidos en A Mariña Lucense donde no solo podéis descubrir la tradición e historias del pasado, sino también disfrutar de su fantástica gastronomía, la cual resulta variada pero de intenso sabor.

En este viaje por A Mariña Lucense, dejamos que nuestra atención se centre en el Concello de Alfoz donde, entre muchos de sus puntos de interés, se encuentra la Torre de Pardo de Cela, mejor conocida como Torre de Castro de Ouro. Se trata del principal emblema de Alfoz y cuyo origen tuvo lugar en un asentamiento castreño del siglo 1 d.C. Y, a pesar de que actualmente no se cuentan más que con sus restos, su historia y presencia sigue siendo un sentido homenaje a la primitiva fortaleza.

Torre del Mariscal Pardo de Cela: una visita obligada en el Concello de Alfoz

A la hora de visitar este lugar, pronto descubres que su posición no es una casualidad, sino que se trata de un punto estratégico. Esto se debe a que se encuentra situado al margen derecho del río Ouro, al lado de una aldea llamada O Castro, nombre con el que se le bautizó en relación con el antiguo poblado.

En la actualidad, de la imponente construcción cúbica de tres plantas no queda más que su estructura exterior de la torre homenaje de la primitiva fortaleza. Esto se debe a que alrededor del siglo IX, una familia de la meseta, apoyada por la monarquía asturiana, decidió fundar el monasterio familiar en el siglo XI. Este estaba bajo el poder de la diócesis de San Martiño de Mondoñedo quien tomó la decisión de fortificarlo.

Años más tarde, exactamente en el año 1220, el rey Alfonso IX le concedió el título de villa y todo un alfoz, momento en el que se le militariza. Sin embargo, la historia no acaba aquí y es que el avance sigue en el momento en el que, en pleno siglo XV, este lugar es ocupado por el Mariscal Pardo de Cela.

Una pérdida que, años más tarde, volvió a resurgir

Lamentablemente, Pardo de Cela perdió la propiedad en el año de su muerte, lo que provoca que haya una pequeña lucha de poder pues, mientras que los reyes católicos obligan a su destrucción, la diócesis mindoniense se hace con la propiedad para reconstruirla y convertirla, finalmente, en una residencia episcopal hasta el siglo XVII, siglo en el que fue abandonado.

Nuevamente, a finales del siglo XIX, el Ayuntamiento de Castro de Ouro tomó la decisión de arreglarlo a comienzos del siglo pasado, tomando el papel hasta el año 1990 de Casa Consistorial y sede del Juzgado Municipal.

En 1949, la torre obtuvo la protección legal antes de que en 1994 fuese inscrito en el registro de Bienes de Interés Cultural para, en ese momento, adquirir la mayor de las protecciones legales que hasta ahora se ha hecho entrega a un monumento. Y si bien actualmente se ha convertido en un Castillo sirve como punto de información turística y cuenta con una sala de exposición y museo, no deja de mostrar el encanto de su pasado.